En 2015, en la Ciudad de México, Mariana Ordóñez funda Comunal Taller de Arquitectura . Más tarde, en 2017, se asocia con Jesica Amescua, para consolidar un proyecto que entiende la arquitectura como un proceso social, vivo y abierto. La labor de estas dos mujeres y su equipo conjuga la arquitectura y la ingeniería, el uso de materiales regionales y la conservación de tipologías vernáculas, de modo que las comunidades mejoren su calidad de vida, mediante la autonomía y la autosuficiencia. Estas dos arquitectas nos hablan de su propuesta, de las dimensiones política y la mano con los pobladores, va cambiando de acuerdo con las necesidades del proyecto, y eso se relaciona directamente con la intensidad de nuestra presencia en la comunidad. En Comunal, consideramos que un proyecto ha sido exitoso cuando la comunidad se lo apropia, lo modifica y es capaz de replicarlo sin que tenga que existir presencia constante del arquitecto.